La OEA crea un departamento para coordinarse con los gobiernos regionales de América

Con el argumento de que los gobiernos subnacionales pueden contribuir a afianzar la paz en el continente, la Organización de Estados Americanos ha creado un departamento para que su secretaria general se coordine con los gobiernos regionales. La orden que crea el departamento afirma que la OEA debe “fortalecer los gobiernos regionales en el hemisferio en el marco de valores y principios interamericanos”.

La orden asume que hay situaciones que perturban la paz en América que, para tener un tratamiento adecuado, deben tener un foco subnacional. La Secretaría general de la OEA debe, pues, reforzar los espacios de diálogo con los gobiernos regionales. El anexo a la orden contempla también que la OEA diseñe e implemente mecanismos para promover la paz en el ámbito subnacional y en colaboración con los gobiernos regionales.

Edwin Miño, director ejecutivo de CONGOPE, explica que el primer paso para este reconocimiento se dio el año 2016 durante Habitat III, cuando se produjo el Primer Encuentro de Gobiernos Intermedios Latinoamericanos en UNASUR. Finalmente, el proyecto se concretó a finales del año 2017 con el Secretario General de la OEA. Actualmente, CONGOPE y sus pares americanos acompañados de la OEA se encuentran en la elaboración de convenios y estatutos que darán operatividad a este espacio. Se planifica la primera reunión oficial de los gobiernos subnacionales y OEA en el 2020.

La Asociación de Regiones Fronterizas Europeas (ARFE), con un amplio trabajo transfronterizo en América Latina, también ha aplaudido esta iniciativa. “Damos la bienvenida -ha dicho su secretario general, Martín Guillermo a las medidas puestas en marcha por la OEA para fortalecer los espacios de diálogo con los gobiernos regionales. En los últimos tiempos se echaba en falta una mayor presencia de la OEA en las cuestiones de gobernanza, y especialmente sobre el creciente papel de los gobiernos locales e intermedios. Sobre estos recaen muchas responsabilidades de desarrollo (frecuentemente sin la correspondiente financiación), especialmente cuando se trata de territorios menos desarrollados, más periféricos e incluso remotos, a menudo con unas condiciones de trabajo muy difíciles, ausencia de competencias, etc. Por ello, sólo podemos aplaudir que se les apoye”.

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