La ORU/FOGAR se creó bajo el reconocimiento internacional de la necesidad de repensar la relación entre los diversos niveles de gobernanza en el escenario del desarrollo mundial; y, es en este marco que se produce el compromiso de la organización con el objetivo de procurar que los niveles sub-estatales sean los actores del desarrollo por derecho propio.
Después de haber desarrollado su trabajo inicial en torno a la gobernanza territorial de la seguridad alimentaria y el papel de las Regiones en la lucha contra el cambio climático, objetivos excelentemente logrados bajo la Presidencia de Michel Vauzelle, actualmente, la ORU/FOGAR abre su abanico de ejes temáticos sobre los que se propone trabajar; y, hoy en día se ocupa de manera sólida sobre la eficacia de la ayuda para el desarrollo, la democracia y participación ciudadana, de especial interés para esta Presidencia. Más aún, es sumamente importante abrir toda posibilidad a cada persona para que pueda decidir sobre el futuro de nuestro espacio común, la participación de un humanismo que concilie los grandes valores universales con el respeto a la diversidad de las identidades culturales, acercando de esta manera, la ciudadanía universal.
Por lo tanto, la ORU/FOGAR ha entrado en una nueva etapa de construcción, atendiendo el llamado mundial para convertirse en el único intermediario entre los Estados, los organismos de integración regional y el sistema de las Naciones Unidas.
Durante la Asamblea General celebrada en el marco de la Cumbre Mundial de Regiones sobre Seguridad Alimentaria, el pasado 23 de noviembre del año 2012 en Medellín, asumí el desafío de dirigir la Presidencia de la Organización de Regiones Unidas FOGAR.
Es interés principal de la Organización que yo presido gestionar todas las políticas globales con un fuerte impacto territorial / regional, acercar a los pueblos a dichas políticas y permitir un desarrollo más equilibrado y más sostenible de nuestro planeta, como metas que deben alcanzarse.
Para este efecto, nos honramos en contar con el apoyo de importantes aliados como son el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Centro de las Naciones Unidas para el Desarrollo Regional (UNCRD), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), la Unión Europea (UE) y un sinnúmero de Fundaciones y Asociaciones relacionadas con esta temática.
Los objetivos de la ORU FOGAR para las regiones son fundamentales, pues es en ellas donde se siente con más fuerza los fenómenos como el cambio climático, la inseguridad alimentaria, la contaminación del agua, y sobre todo la pobreza tiene un nombre y un rostro.
Por lo tanto, para esta Presidencia, no sólo es importante discutir sobre la reforma del marco institucional para alcanzar el desarrollo sostenible, el objetivo real es repensar el enfoque de la gobernanza mundial desde nuestro espacio, la región y el territorio.
Solo el compromiso común de los gobiernos sub-nacionales para hacer frente a los grandes desafíos del siglo XXI, y el reconocimiento por parte de los Estados de la importancia del rol que desempeñan los gobiernos regionales en el logro de estos desafíos, permitirá una gestión ética y verdaderamente solidaria del planeta, de sus recursos naturales y de sus habitantes. Dada la importancia de lo que está en juego, es indispensable que las nociones de ética, de responsabilidad y de corresponsabilidad constituyan el núcleo de estos compromisos.
Todo esto, bajo un enfoque territorial de las acciones que deriva del creciente rol que siguen adquiriendo las regiones en el desarrollo integral de sus territorios, en la definición de líneas a seguir para avanzar hacia un mundo de pueblos unidos frente a un mundo actual de estados separados.
