Las regiones frente a la pandemia del Covid-19 

Abdessamad Sekkal

Presidente de ORU Fogar y Presidente de la Región Rabat Salé Kénitra

 

Desde mi condición de presidente de ORU Fogar, observo con gran orgullo el importante trabajo que están realizando las regiones del mundo, para luchar contra la pandemia mundial que vivimos actualmente. Se trata de una crisis sanitaria sin precedentes para la que el mundo no estaba preparado, ni a nivel de los estados, ni de las regiones, ni de los gobiernos locales.

Desde mi condición de presidente de ORU Fogar, observo con gran orgullo el importante trabajo que están realizando las regiones del mundo, para luchar contra la pandemia mundial que vivimos actualmente. Se trata de una crisis sanitaria sin precedentes para la que el mundo no estaba preparado, ni a nivel de los estados, ni de las regiones, ni de los gobiernos locales.  

Se han debido tomar medidas sin precedentes para hacer frente a la rápida propagación del virus Covid-19, desde el cierre de las fronteras de los países, la declaración del estado de alarma, la creación de fondos de apoyo al sistema sanitario, la movilización de recursos financieros importantes dedicados a esta causa por varias regiones, hasta el llamamiento al confinamiento total de los ciudadanos. 

En efecto, desde la aparición del virus en China, y en un comunicado de 11 de febrero, ORU Fogar ya había hecho una llamada de ayuda a la provincia china de Hubei, atendiendo la petición de la China Friendship Foundation for Peace and Development, una organización con la que ORU Fogar tiene un acuerdo de colaboración. Igualmente, cuando el coronavirus empezó a extenderse afuera de China, sobre todo por el norte de Italia, fuimos testigos de la enérgica reacción de los presidentes de las regiones, en particular de Lombardía y del Véneto. Después, las regiones españolas, coordinadas con el gobierno central, han participado de unas actuaciones muy contundentes para frenar la epidemia y poder gestionar adecuadamente el sistema sanitario. Cuando la OMS decretó la pandemia mundial, las regiones de América Latina, de África, los estados federados de norte-américa o las provincias del Canadá han estado en la vanguardia de las actuaciones. Las regiones de Marruecos, por ejemplo, han inmediatamente decretado la movilización de 1,5 billones de Dirhams para el apoyo del fondo nacional dedicado a la lucha contra el coronavirus. 

Como nunca, eso pone en evidencia la importancia de la complementariedad de la actuación entre estados y regiones, para la gestión de situaciones de crisis, que necesitan un gran conocimiento del territorio en sus diferentes aspectos (socio económico, sanitario, educativo...).

Las regiones, por sus competencias, su proximidad y conocimiento del territorio, pueden desempeñar un papel muy importante para una mejor orientación de la acción pública. También pueden tener un papel clave en la sensibilización de la población, con el fin de dar respuestas adecuadas a la crisis económica resultando de las medidas de confinamiento y a la evaluación de las capacidades sanitarias y de las necesidades reales para hacer frente a la situación inédita.

Asimismo, más allá de su movilización para contrarrestar esta grave crisis sanitaria, las regiones son más nunca solicitada para acompañar y mitigar los efectos de las medidas estrictas de confinamiento sobre la actividad económico, en particular sobre las pequeñas y medianas empresas, sin olvidar el sector informal que persiste en diversos países y del que las personas involucradas necesitan un apoyo particular. 

Este apoyo solo se puede hacer en el marco de un modo de gobernanza garantizando la articulación y la complementariedad entre los diferentes niveles de gobernanza y en la cual el nivel regional está en el centro de la intervención, con el fin de implementar las medidas adaptadas a cada territorio de conformidad con el impacto de esta crisis sanitaria sobre sus diferentes componentes. 

Sin embargo, salta a la vista que la dimensión humana y la cohesión social son la clave para encontrar una salida próxima, espero, a esta crisis sanitaria mundial. 

 

 


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