En la Cumbre Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FfD4), celebrada en Sevilla, los gobiernos locales y regionales han alzado una vez más su voz para reclamar un papel central en la arquitectura financiera global. En este espacio internacional, ORU Fogar ha subrayado la urgencia de transformar el sistema financiero internacional para que sea más accesible, justo y eficaz, especialmente con las regiones del Sur global.
La posición de ORU Fogar se centró especialmente en denunciar que los gobiernos regionales del Sur asumen cada vez más responsabilidades en áreas clave del desarrollo, pero no cuentan con el respaldo financiero necesario. La organización señaló que las grandes instituciones de cooperación, incluidas las multilaterales, tienden a ignorar sistemáticamente a los gobiernos intermedios, incluso cuando estos lideran políticas decisivas en seguridad alimentaria, adaptación climática o servicios básicos.
En el marco de esta defensa, ORU Fogar presentó un informe centrado en analizar el porcentaje del gasto público nacional que es gestionado por gobiernos intermedios o regionales. El documento examina la distribución de recursos fiscales entre diferentes niveles de gobierno, para evaluar el grado de autonomía financiera y el impacto en la calidad de los servicios públicos ofrecidos. Se destacan las cifras comparativas y tendencias recientes, permitiendo identificar qué regiones cuentan con mayor control presupuestario y en qué áreas se recomiendan mejoras de gobernanza fiscal.
ORU Fogar hizo un llamado muy particular a la cooperación descentralizada y a las agencias de desarrollo para que prioricen el trabajo con regiones africanas, latinoamericanas y asiáticas. Señaló que, en muchos casos, estas regiones están impulsando transformaciones territoriales comparables a las vividas por Europa décadas atrás, y que necesitan herramientas reales de financiación para consolidar sus avances.
Durante la Asamblea Mundial de Gobiernos Locales y Regionales, fue significativa la intervención de Javier Cortés, responsable de cooperación del Gobierno Vasco. En su discurso, Cortés destacó la necesidad de asumir un enfoque territorial, sistémico, multiactor y multinivel de la cooperación al desarrollo. Subrayó que solo este enfoque puede generar la confianza necesaria para impulsar una transformación global real desde cada contexto local y regional. Reivindicó que los gobiernos regionales son actores públicos fundamentales para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y que, sin embargo, la arquitectura financiera internacional actual sigue sin darles acceso adecuado ni reconocimiento formal.
En Sevilla, el mensaje fue claro: gobiernos locales y regionales no pueden seguir siendo invisibles en los procesos de decisión financiera internacional. Son, y deben ser reconocidos, como actores clave de un desarrollo global sostenible e inclusivo.